por Cristina de la Concha
Con todo, el misterio que guardan estos aspectos humanos ha ocupado a religiosos y científicos y a filósofos y artistas que los han abordado desde diversas perspectivas, y el cuerpo humano ha sido objeto de observación y estudio desde todos sus ángulos.
Foto Alejandro Zenker
_________________________La moral en el arte se llamó la exposición colectiva que presentara el Tecnológico de Monterrey campus Xochimilco, en la ciudad de México, con la participación de Alejandro Zenker y Eric Marváz con muestra fotográfica, y con pintura: Pancho Cárdenas, José Montiel, Norma Patiño y Carlos H. Vázquez, y que organizara Xiluén Zenker de la Concha en el mes de octubre pasado.
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Así, el mundo ha sido testigo del David de Miguel Ángel, esta obra magnificente entre otras muchas que muestran la figura completa de un hombre, sin disimulos ni escondrijos. El artista, como el médico, el ginecólogo, el forense, observa las formas corpóreas humanas, las estudia, las valora, indaga en su fragilidad y fortaleza, en su epidermis y hormonas, para llevar a cabo su obra: una pintura, una intervención, la búsqueda de sus males o la determinación de sus causas letales.
Foto Eric Marvaz
Óleo Carlos Vázquez
Es probable que muchos no encuentren gusto en una exhibición de desnudos, sin embargo, pueden encontrar enriquecimiento en el conocimiento de la humanidad de un cuerpo en erotismo, la misma humanidad que se encuentra en un cuerpo sufriente cuando vemos a Jesucristo en la cruz, y quizás nos sorprendan otras realidades del erotismo por no compartirlas pero sin duda alguna suponen un aprendizaje en la experiencia de eso otro que al final es humanidad también, porque una afición enfermiza erótica es humana al darse en los humanos, pero es a ella precisamente a la que conducen prejuicios y tabúes, al parecer de quien escribe estos párrafos, el rechazo ante algunas expresiones de esta muestra no sé hará esperar, pero sucede en todo tipo de muestras, siempre hay y habrá observadores para todas las artes, lectores para toda la literatura, audiencia para todos los escenarios.
En la llamada que nos hace la exposición La moral en el arte, hay algo más allá del hedonismo que muchos leen en el erotismo y el sexo: la importancia de nuestros cuerpos como recipientes de nuestro ser. Nuestros cuerpos que son acreedores de amor, cuidados, protección, respeto, son estos recipientes de huesos y carne que reflejan nuestro estar, nuestro bienestar, nuestra salud mental y espiritual, porque no sólo somos cuerpos y el erotismo no emana de los cuerpos, su emanación espiritual y mental se sirve del cuerpo como vehículo, y, a la vez, la naturaleza, majestuosa, ha hecho que estos vehículos, nuestros cuerpos, se sirvan de mente y espíritu para procrear y subsistir, subsistir por encima del dolor inherente a esta vida de breves momentos de goce...
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