martes, 3 de enero de 2012

"La vida es otra (poemas en theta)" de Cristina de la Concha



Se presentó el libro La vida es otra (poemas en theta) de Cristina de la Concha



En el conjunto arquitectónico catedralicio, unos versos emergieron de las bocas de integrantes de la Unión Latinoamericana de Escritores para presentar el libro La vida es otra (poemas en theta). Al anochecer de ese viernes 25 de noviembre, en ese longevo escenario de cantera, con el cielo infinito por techo, un techo como detenido por la piedra que se alza en el el crucero hacia la cúpula y que se mira desde el Claustro del Exconvento Franciscano, unos anturios en blanco, rojo, rosa y verde, inclinaban levemente su corola para escucharlos.


Con el apoyo del párroco de la Catedral Metropolitana, el Pbro. Josué Alvarado, la Mtra. Paty Sanabria, historiadora encargada del Archivo de este Recinto y miembro del consejo de Tulancingo cultural, Culturalcingo y la ULatE presentaron este nuevo ejemplar de Cristina de la Concha, en este recinto histórico que durante más de cuatro siglos ha sido testigo de la vida cultural tulancinguense.


Delia Cabrera, Félix Pacheco, Nicolás Fuentes, Ma. Eugenia Rodríguez, José Antonio Durand, Jorge Quintanar, Pterocles Arenarius, Joel Alejandro y Ma. Elena Solórzano dieron lectura a sus textos sobre La vida es otra (poemas en theta) de Cristina de la Concha, título de una selección de poemas realizada por el poeta chihuahuense Rogelio Treviño, con prólogo del reconocido escritor uruguayo mexicano Saúl Ibargoyen e ilustraciones de portada y viñetas originales de la propia autora, que, para José Antonio Durand, “dotan a la obra con el toque bucólico de la melancolía con la cual atraviesa su libro”, de las que la poeta Ruth Pérez Aguirre señala son “ojos extraños de miradas que quieren decir algo más de lo que los versos se afanan en ocultarnos”.

La poeta Ma. Elena Solórzano discurrió sobre las corrientes poéticas vanguardistas destacando el surrealismo y la escritura automática en la que enmarca esta poesía. Delia Cabrera nos dice que “Cristina trabaja con (…) un lenguaje que retuerce en forzadas articulaciones gramaticales, tratando de hacer legible la exploración del dolor, por medio de un lenguaje que es también cruel”, sobre lo que Pterocles Arenarius comenta: El retorcimiento de las palabras ocurre porque se incurre en el decir de lo inenarrable, porque las palabras no existen, el lenguaje no alcanza, pero la expresión no se detiene.


Mientras el poeta Nicolás Fuentes le dedicó un poema de su autoría a la escritora, Félix Pacheco hizo un poema con el índice del libro. Y, mientras Jorge Quintanar, Ma. Eugenia Rodríguez y Joel Alejandro se detuvieron en el dolor de este ejemplar, José Manuel Romero tomó esta poesía para untársela siguiendo los versos “es tu amor/ que me lo unté por toda en mí”.


Pterocles Arenarius terminó la intervención de los escritores:


“La poeta ha dejado de ser ella misma, ahora es todo en la dimensión diamante, en la que ocurre la contemplación de sí misma, que es el universo. En su navegar se descubre en la “dimensión diamante/ donde amante tuya me vuelvo/ y me milagro”; en las profundidades de sí misma se inaugura el verbo milagrar: “en esta infinitud/ alucerada/ afogada/ brillada mi piel/ me goza”.


Después de agradecer al Pbro. Josué Alvarado, a la Mtra. Paty Sanabria, a Joaquín y a Miguel Martínez su apoyo en la organización de esta presentación, la autora se refirió a su libro como una propuesta a incursionar en el nivel theta, nivel de meditación profunda, como una vía para que la vida sea otra modificándola a través de esta forma de meditación. Asimismo, invitó a los lectores a buscar entre sus poemas aquellos que hablan del nivel theta de meditación y, a la vez, a interpretar el poemario como su ánimo les dicte, sea que deseen encontrar o no “la dimensión diamante”.